viernes, 12 de agosto de 2011

Queen Without Kingdom 055

mi apariencia habia vuelto a cambiar, no tan drasticamente como la vez anterior pero parecia como si hubiesen transcurrido varios meses. mi cabello estaba mas largo al igual que mis pestañas, la mitad superior derecha de mi rostro estaba sucio por sangre. mis manos eran disparejas en tamaño, color y largo de brazos. claramente no estaba en mi mejor momento. me lave el rostro y aproveche el momento de privacidad para cambiarme de ropa, pantalon grueso, botas,poleron y chaqueta. elimine mis antiguas prendas y regrese a la sala de estar. la comida ya estaba servida, la señora y los dos muchachos estaban sentandos.

"toma asiento".

"¿es usted sola?" -pregunte mientras me sentaba-.

"mi marido esta trabajando, sirvete con confianza".

"¿de donde eres? nunca antes te habia visto" -pregunto el muchacho mayor-.

"de bittersnow" -menti, no sabia si hablar de la bastilla era correcto-.

"¿del pueblo fantasma? que genial" -comento el chico-.

el almuerzo fue muy silencioso e incomodo.

"mami, ¿puedo ir a jugar?" -pregunto el menor-.

"ve a dejar tu plato a la cocina y sal a divertirte querido" -el muchacho cumplio con entusiasmo y salio de la casa-.

"me gustaria quedarme" -comento el muchacho-.

la madre no respondio. nuestras miradas se cruzaron y toda esa apariencia de mujer noble fue reemplazada por preocupacion e inquietud.

"si fueras tan amable de responder la pregunta pero con sinceridad" -comento-.

me mantuve en silencio, observe a la mujer y al joven de manera cabisbaja. suspire y alze la mirada hasta coincidir con la de la madre pero aun mantuve mi silencio.

"tu ropa no es comun para estos lugares" -rompio el silencio el muchacho- "bittersnow es una localidad fantasma que no recibe ni genera alimentos como para sobrevivir alli".

"¿vienes de la bastilla?" -pregunto la madre-.

me sentia acorralada pero no me intimidaban. era una familia que deseaba saber de mi pero no mostraban malas intenciones. asenti con la cabeza.

"trae la masa dulce" -le ordeno al muchacho- "calmate niña te noto tensa".

el joven fue a la cocina y quedamos solas.

"parece que no te manejas mucho con la informacion, lo digo por tu nerviosismo".

"¿que sabe de la bastilla?" -pregunte-.

"es la defensa que tenemos a las abominaciones del bajo mundo y que nos provee a nosotros con alimento y educacion, ¿de verdad vienes de alli?".

dentro mio un gran alivio se genero. por un momento especule que era una base militar dictatorial pero erre rotundamente.

"soy una aprendiz de alli, vengo a buscar a alguien" -improvise-.

el muchacho regreso con un pastel el cual repartio un trozo para cada uno y sin esperar comenzo a comer.

"¿y esto?" -pregunte desconcertada-.

"hay gente que considera la ayuda de la bastilla un soborno, otros creen que es caridad de las autoridades. yo no soy ninguna de las dos. un presentimiento me dijo que tu venias de alli y me gustaria saber la verdad" -era una mujer bastante ambiciosa-.

"no sabia que el soborno fuese tan dulce" -comente luego de probar el pastel- "¿que quiere saber?".

"que hacen alla".

"un maestro de alli me dijo que el poseer informacion es un arma de doble filo. nos pone por sobre todos los ignorantes que la desconocen, pero tambien nos hace un blanco para todo aquel que esta por sobre nosotros. el peso de poseer informacion que es mejor no conocer es mucho. lo mas grave es que no es el involucrado el mayor perjudicado, sino quienes le rodean. expone a toda su familia por saciar su curiosidad. hay cosas que son mejor desconocer" -hundi el tenedor en el pastel y me puse de pie-.

"no abrire la puerta sin que me digas algo al menos, aunque sea en conpensacion" -tambien se puso de pie-.

"gracias por todo, pero no necesito que me abra la puerta para salir" -tome mi bolso y avance hasta la pared- "y por favor, no me sigan".

usando la manifestacion de max, atravese la muralla y fui a dar a la calle. me puse a caminar sin rumbo fijo omitiendo las miradas de todos. pueblo chico infierno grande, de inmediato me reconocian como alguien que no era parte del sitio.

"disculpa a mi madre, le encanta hablar con sus amigas de cualquier cosa y te vio como fuente de informacion" -el muchacho corrio hasta alcanzarme-.

no respondi. continue caminando pero el chico me seguia de cerca.

"no me has dicho como te llamas, yo soy esteban" -insistio-.

"¿que quieres?" -pregunte sin dejar de avanzar-.

"eso que hiciste para salir de mi casa, ¿te lo enseñan alla?" -no respondi- "me gustaria ir, debe ser genial tener poderes. he conocido unos cuantos y es realmente increible".

me detuve de imprevisto y casi choca contra mi. gire para mirarlo de frente y lo apunte con mi indice izquierdo, luego apunte a un lado y me mantuve en esa postura hasta que entendio mi mensaje y se fue.
habian pasado varias horas recorriendo el lugar buscando a blue cuando, por la actividad de la gente, se comenzo a notar el fin del dia. los negocios comenzaron a cerrar, la gente comenzaba a regresar a sus casas, los trabajadores llevaban la mercaderia obtenida a sus hogares y los niños eran recogidos por sus madres. a lo largo del recorrido no encontre ninguna posada, al parecer no eran comunes las visitas. buscando un sitio donde pasar la noche, llege al puerto. recorri varios galpones usados como bodegas pero uno de ellos logro llamar mi atencion.
la puerta estaba abierta y se escuchaban varias voces. entre sigilosamente y pude ver a un grupo de jovenes bastante agitados. frente a ellos habian otro grupo, parecia una pelea de pandillas. me escondi entre las cajas para observarles. discutieron un rato con respecto a quien gobernaba este galpon hasta que se trenzaron a golpes por no llegar a un acuerdo verbal. en uno de los grupos estaba esteban. su grupo claramente estaba siendo derrotado asi que huyeron pero el fue capturado y sus compañeros lo abandonaron quedando solo contra todos.
sin ninguna misericordia y haciendo gala de una gran cobardia, comenzaron a golpearlo entre todos mientras dos de ellos lo sujetaban para que no pudiese defenderse o huir.
es un idiota, mira que ponerse a pelear por terrenos, ni que fuesen animales. me mantuve al margen viendo como recibia semejante paliza hasta que uno de los matones comenzo a golpearle con un fierro. no pretendian darle una leccion, querian matarlo.

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