"aceptare las consecuencias pertinentes por mis acciones" -el general herrera me miro fijamente-.
mejor los pondre al tanto de lo ocurrido. el instructor me hizo ir a la oficina del general y le explico, exageradamente lo que habia hecho. como si fuera una niña que no termino su cena, me enviaron a mi habitacion sin autorizacion para salir hasta nuevo aviso.
fui al baño para mirarme en el espejo. mi guante izquierdo estaba manchado en sangre, la pierna izquierda tenia salpicaduras y mis zapatos con nieve enrojecida. observe mi rostro y me sonrei. era una sonrisa entre picara, maliciosa y desquiciada, todo ello maximizado con tan enorme y grotesco colmillo.
llene la tina con agua hirviendo, me desnude y me sumergi. a pesar de que su temperatura descendio mucho por la loza, mi piel se enrojecio y el ardor me genero entre costillas y dolor.
sali cuando el agua ya se habia enfriado y volvi a mirarme en el espejo esta vez desnuda. mi pecho era plano, no tenia curva en mis caderas y un trasero bastante pobre. mis brazos eran lisos al igual que mis piernas. de no ser por mi rostro, mi cuerpo no representaba ningun genero.
luego de secarme y vestirme, pase el resto del dia tirada sobre mi cama. no se en que momento me quede dormida pero desperte al dia siguiente por el ruido de alguien golpeando mi puerta. el soldado que estaba al otro lado cuando la abri y me guio hasta la oficina del general.
"te haremos un examen de rendimiento fisico mas profesional. los datos que venian contigo difieren mucho con tu desempeño mostrado ayer. puedes irte" -desvio la mirada hacia sus documentos-.
"¿eso es todo?" -imaginaba que me castigarian-.
"no puedo darte mas ordenes si no conosco tu rendimiento para actividades militares" -fruncio el ceño-.
"hm, esta bien. con permiso" -me acerque a la salida-.
"freya" -gire para comprobar que estaba de pie-.
coloco su mano derecha, estirada y con el pulgar doblado hacia el reverso frente a hombro izquierdo. de inmediato capte el mensaje y le respondi el saludo.
"nunca lo olvides" -hizo un gesto para que saliera y volvio a sentarse-.
"bienvenida a bordo" -max estaba esperandome fuera-.
"gracias, ¿que haces aca?".
"oficialmente soy tu tutor asi que me encargare de tu evaluacion" -sonrio-.
"¿crees que mi pelea de ayer traiga demasiadas consecuencias?" -no disimule mi nerviosismo-.
"oh si, claro que si" -respondio muy seguro-.
con su palma indicando el pasillo, nos pusimos a caminar.
"¿y crees que sean negativas?".
"depente tu criterio" -se alzo de hombros-.
"no te entiendo-.
"no estuve presente en tu entrenamiento de ayer pero se notaba que todos te miraban de forma negativa. nadie lo hacia con curiosidad o de buena manera. pero despues de tu pelea, algunos te miraban con miedo y otros con respeto" -usaba muchos gestos de manos para explicar-.
"eso es bueno, comparado con la primera impresion" -suspire aliviada-.
"por eso dije que depende tu criterio. algunos ven como algo negativo el que te miren con miedo, pero entre eso y miradas de odio o envidia, no hay por donde perderse. llegamos" -abrio una puerta doble y entramos-.
basicamente era un gimnasio, bastante comun. tenia todas las maquinas de ejercicios y muchos tipos reforzando en ellas. al menos estaban lo suficientemente concentrados como para no acosarme con la mirada.
hicimos una ronda por cada maquina para medir mi capacidad media. cuando estabamos listos para la segunda, alguien me toco el hombro desde atras. gire y vi a un soldado de unos 25 años.
"imposible equivocarse ya que eres la unica mujer aca. supe de la paliza que le diste a ese pendejo" -extendio su mano hacia mi-.
"hola" -le estreche la mano algo nerviosa-.
"ya termine mi rutina. max, ¿hay problema si me quedo a mirar?".
"si pudiese generar malestar o incomodidad seria a ella. por mi ningun problema, ¿tu que dices?" -me pregunto max-.
"supongo que no hay problema".
termine la segunda ronda con un grupo de 7 muchachos apoyandome y dandome animos. fue una situacion muy divertida.
"bien, 5 minutos de descanso para la tercera ronda. ahora iremos con todo" -me paso una botella con agua-.
durante el descanso, los muchachos que seguian mi evaluacion comentaban mis resultados y los comparaban con los de ellos a mi edad. fue grato sentirme integrada, pense que por ser mujer no encajaria.
"¿estamos listos freya?" -acenti-.
claramente mi fuerza y resistencia eran muy buenas pero no formidables. lo que si destacaba en mi, y con creces, era mi destreza y velocidad. sobre todo brincando la cuerda, hice 141 saltos en 30 segundos. me lleve varios gritos y vitoreos por mi desempeño. pase el resto de la mañana compitiendo y comparando resultados. a medio dia, fuimos en grupo a almorzar.
ya en el descanso del almuerzo, max y yo fuimos a una banca del pasillo.
"te estas adaptando muy bien" -comento alegre-.
"si, menos mal. estaba un poco nerviosa" -respondi aliviada-.
"es como ir a la escuela pero sin los tediosos libros".
"no lo se".
"¿nunca fuiste a la escuela?" -pregunto sorprendido-.
"solo tengo recuerdos desde el dia que desperte en la organizacion, de mi infancia o mi pasado nada" -respondi sin darle importancia-.
"lo siento, supongo que es un tema delicado" -se puso un poco tenso-.
"para nada, ¿deberia serlo acaso? si no lo recuerdo" -le sonrei-.
"que bueno que no lo tomes a mal o como un impedimento. vamos, el general te espera" -se puso de pie-.
"¿a por mi veredicto sentencial?" -bromie-.
"triple cadena perpetua" -solto una risa y me llevo hasta la oficina-.
"nos vemos luego" -me despedi con el saludo militar, di dos golpes a la puerta y entre-.
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seguimos con la infancia de la marimacha freya xD
es temprano aun asi que veamos si alcanzo a otra entrada mas hoy, ya que mañana dudo que escriba algo.
saludos y buena lectura =)
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