El mismo sonido fuerte y estridente de todas las mañanas me despertó a primera hora, el canto del gallo.
Salí de mi cama, me vestí con el uniforme escolar y bajé por la escalera al primer piso hasta la cocina donde mi madre ya estaba preparando el desayuno para los tres.
-"Buenos días selene" -me saludó con su radiante sonrisa de siempre.
-"Buenos días mamá, ¿donde está papá?" -pregunté, mientras me sentaba y miraba alrededor sin verlo.
-"Fue por leche y huevos para el desayuno" -dijo mientras terminaba de preparar la mesa.
Miré por la ventana de la cocina hacia el exterior. A través de la misma se podía ver un amplio campo verde pálido, del cual crecía como podía el pasto, a través de la nieve que recién comenzaba a derretirse, un indicio de que estaba próximo el inicio de la primavera. La cordillera de HighHowl se veía repleta de nieve. A pesar del frío, los animales de nuestra granja ya comenzaban a salir para darle la bienvenida a la estación que recién comenzaba.
-"Buen día familia" -era la fuerte voz de mi padre que entraba por la puerta trasera.
-"Buen día mi amor" -le respondió su esposa dándole un cariñoso beso.
-"Buenas papá" -respondí muy alegre.
-"Buen día hija." -me acaricio el cabello y se sentó en la cabecera de la mesa- "Tengo tanta hambre que me comería un caballo entero".
-"No seas exagerado" -dijo entre risas mi madre, mientras servia lo que recién trajo papá.
-"¿Que tal van los estudios hija miá?" -pregunto antes de engullir un bocado de pan.
-"Bastante bien, me aburro un poco porque aprendo todo muy rápido" -respondí con naturalidad.
-"Como siempre mi niña, tan inteligente que es" -me adulo mi madre cariñosamente.
-"¿y que planeas hacer con tu futuro, selene? Con tu talento podrás hacer lo que te propongas." -preguntó mi padre.
-"Cariño no le hagas preguntas tan complicadas recién tiene 11 años" -me defendió mi madre.
-"Quiero conocer todo el continente para aprovechar mas los recursos de la tierra, quizás detrás de la cordillera hayan mejores pastos para el ganado, o mejores lagos para la pesca. También me gustaría dibujar mapas detallados, pero de lo que estoy segura es que quiero aprender de la tierra en que vivimos." -respondí muy segura de mi misma.
-"Me alegra oír que tienes tan claros tus ideales, así podrás prepararte como corresponde desde ahora." -dijo orgulloso mi padre.
-"Será mejor que te apresures hija, sino llegarás tarde a clases" -interrumpió oportunamente mi madre.
-"Deberas, me voy de inmediato, nos vemos luego." -me despedí con un gesto de mano y salí corriendo con mi bolso colgando y un pan a medio comer en la boca.
Mi nombre es Selene Primrose, tengo 11 años y soy hija de Hiperion y Tea, dos modestos campesinos como la gran parte de la población de DawnHowl, mi país natal. Este pequeño continente llamado Throw Snow, nombre que recibe por estar ubicado en una de las partes mas nórdicas del planeta y por tener la cadena montañosa mas empinada del mundo, hace referencia a la cantidad de nieve que es arrojada desde la misma hacia los alrededores. El pueblo en que vivo posee casi 2000 habitantes, en su mayoría dedicados al cultivo y ganado. Particularmente, yo me llevo bien con todos sin excepción ya que es parte de mi ser cooperadora, alegre y esforzada. Tengo muchos amigos pero mi circulo mas cercano se limita a vecinos y compañeros de clase. Luego de un recorrido a través de unos prados y casas, se hace visible la plaza central de la localidad, la cual esta rodeada de los servicios públicos principales, entre ellos la escuela a la cual asisto.
Mis compañeros ya estaban ubicados en sus pupitres así que me senté en el mio sin ocasionar ruido. Luego de unos segundos ingresó el profesor Víctor Cornejo, hombre de mediana edad y muy culto con su particular bigote muy poblado. Las clases transcurrieron con total naturalidad, preparándonos para los exámenes de fin de año. A medio día me reuní con mis amigos para conversar.
-"¿Ya tienes algo planeado Selene?" -preguntó Steve nada mas al verme llegar.
-"¿A que te refieres?" -pregunté intrigada-.
-"A que más puede ser, tu cumpleaños" -dijo Viviana, tan radiante como siempre.
-"Tengo entendido que es en cinco días más" -agregó Derek.
-"Pues aun no he planeado nada" -dije mientras caía en cuenta de lo poco que faltaba.
-"¿Que te gustaría que te regalaran?" -preguntó Tania -"Un viaje por el mundo, o un príncipe azul en un caballo blanco que te ofrezca matrimonio y amor por toda la eternidad, o quizás un unicornio o un pegaso".
-"La perdimos" -dijo Viviana alzando los hombros y todos soltamos una carcajada.
-"¿Que tal una cena en mi casa? El lago aun esta suficientemente congelado como para patinar sobre el" -propuso Gastón.
-"¿En serio? Sería estupendo" -me encantaba patinar sobre el hielo.
-"Entonces ¿tenemos establecido el lugar?" -preguntó Steve esperando que Gastón se lo confirmase.
-"Claro, para mi familia y para mi será un agrado recibirlos. Además mis padres quieren mucho a selene" -respondió Gastón.
-"Genial, nosotros nos encargaremos de preparar todo, tu descansa y disfruta de todo" -me dijo Viviana.
-"Gracias muchachos, espero lo pasemos bien" -agradecí.
-"Dalo por hecho" -corroboró Tania.
-"Bueno, el profesor ya nos llama, después de clases organizaremos todo" -concluyó Derek y nos dirigimos al salón.
Las clases de la tarde transcurrieron con total naturalidad. Después de clases, mis amigos me sugirieron, aunque sonaba a obligación, que me fuera a mi hogar porque querían que fuese una sorpresa. Así que me devolví sola, algo que no se daba hace ya varios años.
-"¿En que te ayudo papá?" - pregunté nada mas verlo al llegar a casa.
-"En lo mio, nada por ahora, tu madre tiene algunas labores para ti. Esta atrás en el granero." -respondió mientras organizaba la paja para los caballos.
Al pasar por el prado hacia el granero, un relinche muy familiar se dejo oír a mi lado, era Iris, la yegua que me regaló mi padre cuando cumplí seis años. Le acaricié la cabellera y entré al granero junto a ella.
Pasé el resto del día ayudando a mamá y luego a papá. Cenamos juntos y ya pasadas las diez me despedí de ellos para tomar rumbo hacia mi cuarto, en el cual me deje caer sobre mi cama mirando al techo.
No recuerdo bien desde cuando, pero ya varios años que vengo sintiendo una extraña sensación de vació en mi interior, no entendía por que ocurría esto. Mi vida era feliz, mis padres muy buenos conmigo y entre ellos todo era amor, tengo muchos amigos, siempre hay algo divertido que hacer, no tengo nadie con quien me llevo mal, tampoco suelo meterme en problemas, mas allá de travesuras, obvio. En la escuela mi desempeño es muy bueno y tampoco me obsesionaba estudiando. A pesar de llevar una vida tan plena, esa sensación de vacío me generaba una sequedad en la garganta cada vez que tenía la mente desocupada, como ahora. Aun no se lo he mencionado a nadie, es algo demasiado infundamentado, sin razón ni justificación. No es que me de vergüenza o no tenga con quien hablarlo, básicamente es un malestar de nada, no se como plantearlo para que me entiendan. He pensado incluso que podría ser por no estar enamorada de nadie, pero descarté casi de inmediato esa hipótesis, es imposible que sienta la necesidad de algo que jamas he experimentado, mi cuerpo no podría desear algo que jamás ha tenido, ¿o si? Lo único claro, es que deseo llenar ese vacío con la pieza correcta, pero si no sé cual es el problema, darle una respuesta me es imposible actualmente.
Antes de que tanto pensamiento profundo me llevase al sueño, me puse la ropa de dormir y me metí a la cama, durmiéndome al acto.
primer fragmento resubido y editado por mi amiga Beru :3 muchas gracias por la intención, la iniciativa, el esfuerzo y la ayuda. Lejos uno de mis pilares fundamentales en lo que han sido mis escritos ya que has estado presente desde el inicio =)
agradecimientos especiales a Beru-chan por la correccion de acentuacion y puntuacion ^^
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